En medio de un entorno natural rodeado de árboles y amplios espacios verdes, surge una alberca que refleja equilibrio, pureza y movimiento.
El proyecto Cantalagua II fue concebido como una extensión del paisaje, integrando diseño arquitectónico, ingeniería hidráulica y una estética que invita a la calma.
Desde la primera etapa de excavación, nuestro equipo de ESPAZIO trabajó con precisión milimétrica para garantizar una estructura sólida y duradera. Cada capa del proyecto —desde la cimentación hasta el armado con acero y el trazo de tuberías— fue ejecutada bajo los más altos estándares de calidad, cuidando cada detalle invisible que asegura un funcionamiento perfecto.
El diseño final contempla una alberca principal acompañada de un muro elevado con efecto de cascada, creando una sensación continua de agua en movimiento. El acabado de mosaico vítreo azul aporta profundidad visual y refleja el cielo, transformando la superficie en un espejo líquido que se funde con el entorno natural.
Para su operación, se instaló un sistema hidráulico eficiente que optimiza el flujo y la filtración del agua, garantizando claridad, bajo consumo energético y fácil mantenimiento. Cada conexión fue planeada estratégicamente para maximizar la durabilidad y minimizar el desgaste con el paso del tiempo.
Más allá de su función estética, esta alberca representa la esencia de ESPAZIO: crear lugares de descanso que nacen de la técnica y se perfeccionan en la experiencia. Un espacio donde el sonido del agua se convierte en parte del paisaje y donde cada línea fue trazada pensando en el bienestar de quienes lo disfrutarán.
Cantalagua II es una muestra más de cómo la precisión constructiva y el diseño sensible pueden convivir para dar vida a un entorno que inspira tranquilidad, elegancia y conexión con la naturaleza.
